CARTA A LOS PADRES Y MADRES DEL IES “LA ATALAYA” DE CONIL DE LA
FRONTERA
Ante
el comienzo del curso escolar, los profesores y profesoras que apoyamos la
movilización en defensa de la enseñanza pública deseamos poner en su
conocimiento una serie de consideraciones y datos que creemos pueden ser de su
interés.
La
planificación y el desarrollo de las enseñanzas habituales en el instituto “La
Atalaya” se verán afectadas de manera significativa por una serie de decisiones
del Gobierno Central y de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía
que entendemos repercutirán negativamente en la calidad de la enseñanza pública
en general y en la de nuestro centro en particular. Les destacamos las que más nos preocupan:
1. Pérdida en la dotación de profesorado:
Este
año hay siete profesores menos (tres
de ellos adscritos al Ciclo Superior desaparecido), a pesar de que la matrícula de alumnos es algo superior a la
del curso pasado. El resto de los profesores nos vemos obligados a asumir
esta carga de trabajo, lo que rompe la racionalidad y efectividad del empleo de
los recursos humanos, atenta contra la dignidad de los trabajadores y disminuye
la calidad de la atención profesional que
recibirán sus hijos.
2. Más alumnos por aula:
Igualmente,
la ratio
de alumnos por aula se ha visto incrementada de tal manera que lo que es
excepcional se ha convertido en norma. En todos los cursos de la ESO hay más de
25 alumnos, llegándose a los 33 en determinadas asignaturas como la Ética de 4º
de ESO o a los 32 en la Biología del mismo nivel, con la consecuencia en este
último caso de que se han tenido que anular las prácticas de laboratorio debido
la carencia de profesores para “desdoblar”. La nueva distribución de cursos y
la asignación de nuevos horarios han tenido otras derivaciones negativas, entre
las que se encuentra que el profesorado
que imparte determinadas materias no sea especialista en ellas, pero aun
así tenga que hacerse cargo de las mismas. Se instituye así la figura de un
profesor intercambiable, que soluciona los problemas de la Administración,
aunque sólo en apariencia, pero que queda al margen de la especialización académica
que condiciona el nivel de calidad en la enseñanza media.
3. Pérdida de actividades extraescolares:
El
instituto “La Atalaya” se ha caracterizado desde sus orígenes por la
implicación de una gran parte de su profesorado en el desarrollo de actividades
extraescolares fuera del horario escolar.
Viajes de estudios, visitas a
museos o asistencia a actividades teatrales y lúdicas, semanas culturales,
conferencias, encuentros con escritores, exposiciones, ciclos deportivos,
concursos, intercambios... han alimentado una tradición local que sólo se ha
podido mantener a partir del compromiso y el esfuerzo del profesorado del
centro, el mismo que mayoritariamente cree que en este momento es imposible
mantener dicha actitud en sus actuales condiciones de trabajo. Ponemos en su
conocimiento que la mayoría de los profesores del instituto está de acuerdo en
reducir este tipo de actividades y que sólo desarrollarán aquellas que de
acuerdo con las programaciones de las distintas asignaturas puedan tener cabida
en los límites de su horario lectivo.
4. Pérdida de horas de clase para los
alumnos:
En
el mismo sentido, les comunicamos que
las bajas de los profesores no se cubrirán en ningún caso hasta pasados los
diez primeros días laborales, lo que supondrá en cada ocasión de baja
profesoral la pérdida de 40 horas de clase para los alumnos afectados. La
Consejería de Educación no sólo parece despreocuparse de atender correctamente
a su alumnado, sino que persiste en
condenar al paro a más de cuatro mil quinientos profesores interinos andaluces,
los mismos que empleó el curso pasado y cuyo empleo aseguraría la calidad del
servicio público del que hasta del curso pasado la población de Conil venía
disfrutando.
5. Pérdida de enseñanzas de Formación
Profesional:
Queremos
destacar que el que se haya perdido el
Ciclo de Formación Superior que se impartía en Conil es un hecho especialmente
grave, si tenemos en cuenta la demanda de formación profesional que existe
en el momento actual. En el único ciclo que se mantiene en la localidad, el de Grado Medio de Cocina, se han quedado
sin matricular, por falta de plazas, cincuenta y siete preinscritos. La
complejidad y las necesidades de la actual demanda pública quedan fuera de
nuestra oferta educativa por imposición, sin que podamos hacer nada por
remediarlo.
6. Más trabajo para los profesores:
Los
profesores tenemos que dedicar dos horas
semanales más a la docencia directa, veinte horas lectivas en total de las
treinta y ocho horas en las que se cifra nuestra jornada laboral. Esta
modificación supone que cada uno de nosotros tiene que hacerse cargo al menos
de un grupo más de alumnos. Así, una situación
muy común este año es la del profesor que se ocupa de seis grupos, entre los
cuales suman con facilidad la cantidad mínima de ciento cincuenta alumnos.
Preparar clases, pruebas, corregir exámenes y ejercicios, asistir a reuniones o
planificar otro tipo de actividades como lo veníamos haciendo hasta este
momento se convierte así en una tarea tan ardua y complicada que su
cumplimiento es muy difícil. Desarrollar desdobles de grupos o atender a un
alumnado con muy diferentes necesidades es igualmente quimérico. Ante estas
circunstancias, no ha de extrañar que el desgaste personal y el pesimismo se
instalen en una profesión que por el contrario necesita del apoyo social y
político para dar respuesta al compromiso que supone la formación de ciudadanos
libres en un Estado democrático.
7. Degradación de las condiciones básicas
que garantizan la compatibilidad del derecho al trabajo con del derecho a la
salud para los trabajadores:
Por
otro lado, no se puede olvidar que a partir de enero de 2013, e igual que
ocurrirá con el resto de los trabajadores públicos, a los profesores funcionarios también se les aplicará la nueva norma
general que castiga al trabajador en situación de baja por enfermedad,
aplicándoles así otro recorte más en su
salario.
8. Pérdida en dotación para
infraestructuras:
El
instituto que fue en su día un logro de la sociedad democrática de Conil de la
Frontera y que con el paso de los años logró dejar atrás aquella inicial
“covacha”, parece abocado en la actualidad, a juzgar por los recortes que se
están aplicando, a recuperar dicha condición, si tenemos en cuenta la pérdida
de ocho mil euros en dotación para infraestructuras básicas y de mantenimiento
en nuestro centro y que previsiblemente irá a más si tenemos en cuenta la
reducción prevista en Educación de un 17% en los Presupuestos Generales del
Estado para 2013.
9. Imposición de la Ley Orgánica para la Mejora de
la Calidad Educativa (LOMCE):
El anteproyecto de la mueva Ley educativa
amenaza con imponer un modelo educativo que
no ha sido consensuado. Que no puede sino perjudicar a sus hijos, al consagrar
la prueba de la reválida como referencia, la discriminación por sexo o por
nivel de ingresos y la privatización del sistema. El acceso a la Universidad
será más difícil y se reducirá notablemente el alumnado que cursará el
Bachillerato. El retroceso nos parece evidente y afectará especialmente a los
hijos de las clases trabajadoras, que no podrán afrontar la actual pérdida de
la igualdad de oportunidades en la situación de crisis económica.
Por
lo tanto queremos hacerles partícipes de que quienes apoyamos las
reivindicaciones de una enseñanza pública digna y de calidad estamos
comprometidos con nuestro trabajo y con la formación de todos nuestros alumnos,
pero nos negamos a colaborar en esta marcha atrás que supone la actual política
emprendida por el Gobierno Central y que en la práctica está resultando
secundada por la Junta de Andalucía.
Asimismo
solicitamos su apoyo y colaboración en la defensa del sistema público de enseñanza,
que ha de ser considerado como la conquista de mayor alcance en una sociedad
civil acorde con los valores de igualdad, progreso y cultura que son los que
nosotros defendemos.
Conil de la Frontera, 10
de octubre de 2012
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